Entre los muchos usos que ofrece Internet tenemos el correo electrónico, los chats, las vídeo conferencias, los foros de debate o listas de conversación, las bases de datos en línea, los pen-pals (relaciones epistolares), los emoticones (que intentan suplir la ausencia de comunicación no verbal), los inmensos recursos de imagen y conexiones que ofrece la World Wide Web o los MOOs (que son programas educativos a distancia sobre disciplinas específicas). Igualmente permiten una gran explotación didáctica muchos de los servicios web 2.0 como blogs, podcasting, videoblogs o wikis. Pero no es oro todo lo que reluce y tampoco es fácil encontrar lo que buscamos en esta inmensa maraña de información y comunicación social. Marta Higueras (2006) propone ciertos criterios a tener en cuenta a la hora de trabajar con materiales de la red:
- las actividades deben permitir que el alumno sea receptor y emisor (EMIREC),
- que incorporen las ventajas de los hipertextos que permiten a los alumnos emprender diferentes recorridos didácticos en función de sus características propias,
- que estos materiales remitan a otras páginas que sirvan de ayuda para la realización de la tarea propuesta y actualicen la información contenida,
- que permitan distintos tipos de interactividad y retroalimentación para fomentar la autonomía de aprendizaje,
- que su diseño ayude a la comprensión del mensaje (bien contextualizado, motivador y facilitador) y
- que pongan en contacto al alumno con la realidad lingüística y cultural de los hispanohablantes.